Nuestro día a día es una constante lucha entre dos flujos de pensamiento o de corriente eléctrica y nerviosa: los circuitos ascendentes y los circuitos descendentes.
Solemos confundir el formar en gestión y en formar en liderazgo. Formar líderes incluye habilidades tanto internas como para los equipos que, sin duda, marcarán la diferencia y la calidad del liderazgo. En esta entrada te aclaro las diferencias.
El origen del poder lo podemos estudiar en los chimpancés y los bonobos. Dos herencias evolutivas que han marcado la forma en que hemos entendido el comportamiento humano y el liderazgo: una violenta y otra empática.
Las competencias emocionales son fundamentales para que el liderazgo tenga buenos resultados. En esta entrada te muestro los comportamientos que te pueden dar pistas para saber si alguien necesita desarrollo en estas habilidades.
Los estilos de liderazgo resonantes son seis maneras de liderar, cada una con unos efectos emocionales diferentes en los equipos según lo que activan en ellos.
El COMPETEA es uno de los test de evaluación de competencias profesionales más utilizado en todo el mundo. En esta entrada te desvelo las claves de porqué lo utilizo para identificar, seleccionar y formar los mejores comportamientos.
Los paradigmas organizativos marcan el cómo ha sido la evolución de los sistemas. Esta entrada es un repaso a esa historia y el cómo conectar nuestra organización con el escenario más evolutivo.
Los líderes que son capaces de percibir, comprender, facilitar y manejar las emociones consiguen mejores resultados. Descubre en esta entrada cuales son y por qué se caracterizan.
Lo que los equipos viven en el día a día, puede ser una historia coherente, o algo en lo que no crean porque sea totalmente contrario a su experiencia. De esto habla el síndrome de desconexión: de ser coherentes.
El nivel de consciencia actual, lleva al liderazgo al reto de resonar en los demás a través de un propósito vibrante, y a conciliar propósitos personales y profesionales de los equipos.
El conocido caso de Phineas Gage ayudó a la neurociencia a descubrir que la personalidad y la voluntad ejecutiva están localizadas en una parte del cerebro: la parte prefrontal.