Filantropía y RRHH: gestionando con amor
Escribo esta entrada porque el otro día me crucé con un amigo que hace mucho tiempo que no veía. En nuestro particular interrogatorio surgió una pregunta que siempre suele surgir: ¿y tú a que te dedicas? Cuando respondí que había estudiado para ejercer como profesional de RRHH la reacción por su parte fue rotunda: ¡Recursos Humanos!¡Pero si esos siempre son malas personas! Había estado trabajando en la empresa «X», que desde su creación había optado por una forma de gestión basada exclusivamente en la administración laboral, y no tenían en cuenta el factor humano de su plantilla. Por lo que pude apreciar, las dificultades económicas habían incrementado esta tendencia en la empresa. El odio de mi compañero hacia los profesionales de RRHH crecía a la par…Supongo que parte de la culpa la tendrá el error fundamental de atribución, que sucedería en cuanto una persona atribuyese un mal carácter o una determinada personalidad a un perfil profesional. No categorices ¡por dios!
Esta entrada está dedicada a la labor de los profesionales de las personas. No debemos olvidar que en la actualidad son departamentos que se enfrentan a una de las tareas más difíciles y duras para llevar a cabo reestructuraciones en las organizaciones. Como dice mi padre: «¡ahora mismo les están dando por todos los lados!». Durante la época de bonanza, hasta los inicios de la etapa actual, los profesionales de RRHH solían ser portadores de buenas noticias: contratos por aquí y por allá, ampliaciones de jornadas, promociones, desarrollo de carreras, formación orientada al desarrollo personal y de equipos y un largo etc. En nuestro país, su función está representada mayoritariamente por tareas administrativas y de gestión, que manejan datos, leyes, candidatos, números acerca de la plantilla, etc… No obstante, detrás de esos números hay personas, no lo olvidemos. El departamento de marketing trata con clientes, redes sociales, imágenes, diseños y aspectos necesarios pero más superficiales. Los departamentos de producción y logística tratan con productos, números y pedidos, llevados por personas, pero su labor no tiene una repercusión directa sobre las mismas de la organización. Todo lo que los de RRHH gestionan tiene de algún modo u otro repercusión en la vida de las personas que incluye su tarea: las relaciones laborales negocian convenios y condiciones laborales; la administración altas, bajas, cotizaciones, contratos, subvenciones; selección puede cambiar la vida de alguien cuando decide que se incorpore o se marche; formación puede desarrollar el talento personal o la aptitud; compensación las formas de retribución, para las personas; y así con cada una de las funciones instrumento y objetivo de RRHH.
Ahora ha de gestionar situaciones familiares, emociones, expectativas, necesidades, motivaciones, ilusiones, relaciones y otros muchos aspectos. Deben negociar con partes difíciles de acercar, consensuar en situaciones críticas y acercar propuestas de todas ellas. Una máquina no se cabrea con un ingeniero si piensa en sustituirla, ¿pasa lo mismo cuando el encargado de reclutamiento despide al que podría ser hasta un amigo suyo? Muchas «malas noticias» han pasado, están pasando y van a tener que pasar por sus departamentos y no quedará más remedio que tomar las mejores soluciones para la organización, aunque a veces supongan un menoscabo de las condiciones laborales e incluso la extinción de contratos. Es una paradoja que el departamento que se encarga de gestionar a las personas pueda resultar el mas odiado por los trabajadores. Habrá que estar atento a la composición y política de gestión de cada empresa, pero no deja de ser una paradoja.
La composición de los departamentos de RRHH y/o de los gerentes de personal es muy heterogénea en perfiles profesionales, pero creo que en todos ellos hay de algún modo un denominador común que sale mas o menos a flote: la filantropía. Queda claro que al fin y al cabo la tarea de un profesional de las personas es sacar el mejor provecho de sus personas, al menor precio y con el mayor rendimiento posible, y siempre teniendo en cuenta lo que la empresa «mande». Sin embargo, no creo que quepa la posibilidad de trabajar en un departamento sin que exista una tendencia natural de AMOR (aunque suene cursi) a las personas. Manejan una plantilla, sí, pero cuando se les da la oportunidad y el escenario es el adecuado, trabajan por mejorar la vida organizacional de sus personas con recursos. Sin duda opino que será una tendencia al alza cuando las vacas flacas pasen de largo, puesto que es la tendencia natural de los seres humanos…¿veremos departamentos de RRHH más amorosos en un tiempo? El management estaba en su punto álgido cuando todo se desplomó y las prácticas tuvieron que orientarse a otros aspectos que «requerían mayor urgencia». En un futuro el departamento de RRHH volverá a centrar su atención en el desarrollo; no lo ha olvidado, está esperando a que vuelva a ser el momento. La filantropía es un valor inherente, y no queda otra opción que hacerle caso si no queremos volver a pasar por lo mismo…RRHH podría derivar de algún modo en un área que, gestionando para la empresa, orientando su gestión a los mismos fines, complemente su ejercicio con aspiraciones y prácticas que fomenten la colaboración dentro de la empresa y hacia su exterior. Algo así como la evolución de la Responsabilidad Social Empresarial que conocemos. Parece obvio que fomentar pequeñas iniciativas filantrópicas puedan ayudar a la imagen corporativa de la empresa, puedan aportar una experiencia gratificante a su plantilla y un beneficio a la sociedad en su conjunto. Parece todo un reto.
Os dejo este video de Katherine Fulton que muestra un poco el escenario que llegará en unos años, donde la filantropía en forma de empresa estará mucho más presente. El emprendedurismo social viene para quedarse y desarrollar su acción como nunca antes lo había hecho. Las personas nunca antes habíamos estado tan informadas, concienciadas y responsabilizadas con nuestro entorno social. El mundo 2.0 es culpable de ello. El desarrollo en las formas de gestión y las empresas no pueden mirar hacia otro lado. ¿Deberíamos incidir en fomentar un espíritu filantrópico a la hora de gestionar personas? ¿de esta forma se trasladaría el espíritu a otros ámbitos sociales?
What we’re seeing is people wrestling to describe this new thing that’s happening. Words like ‘philanthrocapitalism,’ and ‘natural capitalism,’ and ‘philanthroentrepreneur,’ and ‘venture philanthropy.’ We don’t have a language for it yet.” (Katherine Fulton)
Ya sabes, si te cruzas con un profesional de RRHH dile que admiras su labor, y que sobretodo, y en tono humorístico, presupones que no es una mala persona…